lunes, 21 de enero de 2008

Océanos: un sistema global

Algunos científicos tienen una visión orgánica de la tierra, en el sentido de que equiparan nuestro planeta a un organismo vivo en su conjunto. De hecho estas mismas teorías consideran al universo como un TODO, un macroorganismo vivo en el que todo está conectado. No es mi intención ahora opinar sobre eso, pero desde que la teoría del big bang como inicio de todo estableció una materia inicial, la llamada sopa primigenia (no, no es broma), la más pura lógica indica que todo y todos somos parte de lo mismo. Otro ejemplo de esto es la evidencia de que "la materia ni se crea ni se destruye, tan sólo se modifica".

Cuando yo muera, me incineren y esparzan mis cenizas al mar, un pez las comerá, ese pez lo venderán en el mercado y lo cocinará una señora de Burgos (que aproveche), y algunos de los nutrientes serán asimilados por su cuerpo, asimilando parte de mi antigua existencia...

Pero ese no es el tema: siguiendo ese ejemplo, la Tierra sería un organismo vivo. Que cada cual elija del símil la función que nuestra especie ocupa... Los mares, el sistema oceánico, sería la corriente sanguínea de este cuerpo terrestre. Ese "torrente sanguíneo terrestre" cumple una función parecida al nuestro: lleva los nutrientes de un lugar a otro del "cuerpo", mantiene un equilibrio y evita que la enfermedad aparezca.

Desde las frías aguas antárticas a las cálidas tropicales, desde los corales de las antípodas a las corrientes atlánticas, el sistema oceánico es un complejo mecanismo sincronizado.

Simplificando enormemente: dos efectos son claves en el sistema: la circulación en superfície y las corrientes convectivas (en profundidad). La circulación en superfície está determinada por los vientos y la propia forma de las costas, es el movimiento "horizontal". Las corrientes de profundidad dependen de la temperatura del agua, pero sobre todo de la salinidad: es el movimiento "vertical"


El mapa de arriba muestra la salinidad (en gramos de sal por Kg de agua) en superfície. El agua salada es más densa y pesada, por lo que tiende a ir hacia el fondo. El agua dulce del mar proviene de las lluvias, la desembocadura de los ríos y los hielos de los polos. Destaca la salinidad del Atlántico Norte, donde las escasas lluvias y los pocos ríos caudalosos que desembocan en él provocan ese nivel de sal. En el otro extremo, el pacífico, con grandes lluvias y muchos ríos caudalosos y los mares polares donde el deshielo polar introduce mucha agua dulce al sistema.

A grandes rasgos, éste es el equilibrio actual. Pero, ¿qué importancia tiene? ¿qué más da un poco más de sal aquí o allá?

Pues lo es todo: las cálidas aguas ecuatoriales son empujadas por corrientes hacia el atlántico norte, donde al encontrarse con aguas más frías y saladas ganan densidad y se van al fondo, volviendo de nuevo hacia el Sur (como un rodillo). Los fríos inviernos polares aumentan el volumen de hielo haciendo que el agua se vuelva más salada, se vaya al fondo y se dirija hacia zonas más cálidas. Las torrenciales lluvias de las zonas tropicales rebajan la salinidad de estos mares, y el proceso continúa...

Entiendo que es un poco complejo, pero un aumento de la temperatura que deshiele los polos y sumerja las costas de toda la tierra es sólo un problema "logístico" (habrá migraciones masivas, habrá que hacer nuevas ciudades etc).


Sin embargo, la verdadera catástrofe es otra: el desequilibrio en el sistema oceánico está provocando mayores huracanes, inundaciones, sequías... la metereología está cambiando sus modelos. Por otro lado, el mar es una fuente de vida impresionante: miles de espécies dependen de ese medio, y su supervivencia es nuestra supervivencia. Por último, y lo más alarmante, el oceáno es uno de los mayores procesadores de CO2. Todo el océano está repleto de unos organismos microscópicos: el fitoplácton. Esos organimos microscópicos absorven el CO2 y expulsan oxígeno gracias a la fotosíntesis (como el resto de plantas). Sin fitoplácton, más CO2, menos oxígeno, y menos recursos para seguir existiendo.
Solo el tiempo dirá hasta qué punto estamos condenados: